La decisión de entretenerse está recibiendo especial atención, originando un conflicto social. Desgraciadamente, en su planteamiento, existe una rigurosidad limitada que provoca un alarmismo ilimitado. El errático debate público está acotado a que el juego de azar es nocivo per se para la salud, lo doméstico y, por extensión, para la colectividad. Leer